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miércoles, 1 de agosto de 2012
domingo, 8 de julio de 2012
Armand Puyolt
Master Distributor Vice Presidente de TLC
Master Distributor Vice Presidente de TLC
Armand es reconocido en todo el mundo como un experto en negocios de redes de mercadeo, habiendo creado organizaciones de miles de distribuidores y amasado una millonaria fortuna en la industria del MLM.
Armand es uno de esos pocos individuos que ha ganado más de 5 millones de dólares en un año en la industria, en otra compañía recluto 1200 personas directas.
Nos da una interesante explicación de los productos y del excepcional plan de compensación, ademas realiza una interesare exégesis de los demás MLM con respecto a TLC. Te recomiendo que tomes un momento para escucharlo
Solo para Aquellos que quieren sacarle mayor provecho a la venta directa de TLC cuya comisión es de 50%, Recuerda que este multinivel no te obliga a vender ni atiborrarte de productos con respecto a otros MLM.
Técnicas de Venta
(Basadas en el Modelo Aida)
Conozca un valioso conjunto de técnicas de venta basadas en el modeloAIDA...
Por: Ivan Thompson
Por: Ivan Thompson
Para que el vendedor pueda contar o relatar la "historia" del producto que ofrece (ya sea durante una entrevista de ventas, una llamada telefónica, un correo electrónico o mediante una página web), necesita conocer y utilizar adecuadamente un conjunto de técnicas de venta que le permitan presentar su producto mediante un proceso de suave fluidez (de la entrada al cierre) para de esa manera, poder obtener la respuesta deseada de su público objetivo (por ejemplo, la compra del producto).
Para ello, diversos autores y expertos en temas relacionados con la venta, sugieren utilizar el modelo AIDA, debido a que su estructura apunta a: 1) obtener la Atención del comprador, 2) mantener su Interés en el mensaje, 3) provocar el Deseo de adquirir el producto y 4) conseguir la Acción de compra.
Teniendo esto en cuenta, a continuación veremos cuatro técnicas de venta basadas en el enfoque del Modelo AIDA:
Técnica de Venta Nro. 1.- Atraer la ATENCIÓN del Cliente:
Son muy pocas las personas que se despiertan pensando en comprar algo, la gran mayoría tiene otras cosas en mente (los asuntos familiares, los problemas en el trabajo, la escuela de los chicos, las cuentas por pagar, etc...). Por tanto, para lograr el éxito en la gestión de venta es indispensable atraer la ATENCIÓN del comprador hacia lo que se está ofreciendo, lo que implica "romper" una barrera llamada "indiferencia".
Para ello, existen algunas técnicas básicas, por ejemplo:
- Hacer cumplidos y elogios: La mayoría de las personas son sensibles a los halagos sinceros acerca de su empresa, oficina, trayectoria académica, habilidades, hobbies o por su interés en un tema particular. Por ejemplo:
- En el caso del vendedor que visita al gerente de una empresa líder, podría decirle lo siguiente: "Sr. Pérez, realmente es un honor para mi, poder entrevistarme con el gerente de una empresa que es líder en su ramo..."
- En el caso de una carta de ventas, se puede mencionar algo parecido a:"Felicitaciones, porque solo aquellas personas que tienen el deseo y la capacidad de superarse día a día incrementando sus conocimientos, han recibido ésta carta de presentación. Y Usted es una de ellas..."
- Dar las gracias: La gran mayoría de seres humanos somos sensibles al agradecimiento sincero y espontáneo de alguien. Por ejemplo:
- En una entrevista personal el vendedor puede decir lo siguiente: "Sr. Pérez, quiero agradecerle sinceramente por haberme concedido estos minutos de su valioso tiempo..."
- En el caso de un correo electrónico, se puede incluir el siguiente párrafo: "Sr. Pérez, gracias por tomarse unos minutos de su valioso tiempo para leer este correo electrónico".
- En una página web que ofrezca algún producto o servicio, se puede incluir lo siguiente: "Estimado(a) visitante, estamos muy agradecidos con Usted por brindarse unos minutos para ingresar a nuestro sitio web..."
- Despertar la curiosidad: Casi todos los seres humanos somos curiosos por naturaleza. Piense, ¿cuándo fue la última vez que vió una novela en la televisión solo por la curiosidad de saber como termina?. Ahora, para generar curiosidad, se necesita el empleo de preguntas o artificios (honestos, nada de trampas). Por ejemplo:
- ¿Le interesaría saber como ganar mas dinero utilizando la estructura del modelo AIDA?,
- ¿Le gustaría conocer un tipo de negocio que le permitirá obtener un ingreso adicional en su tiempo libre?
- ¿Se sentiría más seguro si pudiera evitar los robos a domicilio implementando un sencillo sistema de seguridad?
- Presentar hechos: Para ello, puede recopilar información trascendente y que esté relacionado con el producto o servicio que está ofreciendo, para luego, convertirlo en una frase que se relacione con lo que su cliente necesita. Por ejemplo:
- Sr. Pérez, vine a proporcionarle información acerca de como se incrementaron las ventas de 3 compañías en más de un 30%, con tan solo aplicar nuestras técnicas de venta basadas en el modelo AIDA. ¿Le gustaría ver los testimonios escritos de ésas compañías?..."
Si piensa utilizar esta técnica de venta, no olvide una recomendación muy importante: ¡Presente información fidedigna! - Dar la impresión de "Estoy aquí para ayudarlo": Pocas personas se resisten a un gentil ofrecimiento de ayuda. Por ejemplo:
- "Sr. Pérez, le escribo este correo electrónico para ver si podemos ayudarlo a incrementar la eficacia de su fuerza de ventas; para lo cual, nos gustaría hacer un diagnóstico previo, SIN costo, cuya finalidad será la de ayudarle a determinar cuán preparados están sus vendedores..." (Por supuesto, que después de realizar el diagnóstico, se presentará una oferta de seminarios, cursos, asesoramientos, etc., para mejorar el trabajo de los vendedores, y eso SI tendrá un costo).
- "Sr. Pérez, le escribo este correo electrónico para ver si podemos ayudarlo a incrementar la eficacia de su fuerza de ventas; para lo cual, nos gustaría hacer un diagnóstico previo, SIN costo, cuya finalidad será la de ayudarle a determinar cuán preparados están sus vendedores..." (Por supuesto, que después de realizar el diagnóstico, se presentará una oferta de seminarios, cursos, asesoramientos, etc., para mejorar el trabajo de los vendedores, y eso SI tendrá un costo).
- Proporcionar noticias de último momento: Algo que "saca de esquemas" a muchas personas y que captura su atención es la sensación de conocer una noticia novedosa; y que además, le representará algún beneficio. Por ejemplo:
- Sr. Pérez, le comento que por fin se editaron en español las técnicas de venta AIDA que ayudan a realizar presentaciones de venta exitosas, y lo mejor de todo, es que está a mitad de precio, pero solo por esta semana...
- En una página web, se puede incluir el siguiente párrafo: ¡Por fin!!! Las Técnicas de Venta AIDA para realizar presentaciones de venta exitosas han sido editadas en español, y lo mejor de todo: A mitad de precio (pero, solo por esta semana)...
Técnica de Venta Nro. 2.- Crear y Retener el INTERÉS del Cliente
Una vez que se ha capturado la atención del posible comprador (que por cierto, suele durar muy poco), se necesita crear un interés hacia lo que se está ofreciendo y retenerlo el tiempo suficiente como para terminar la presentación. Para ello, se recomienda el uso de dos técnicas:
- Ayudar al cliente a identificar y reconocer que tiene una necesidad o que se encuentra ante un problema: Ningún cliente va a comprar a menos que reconozca una necesidad, deseo o problema; y la función del vendedor, es ayudarlo a descubrir, aclarar e intensificar esa necesidad o deseo. Para lograr esto, se recomienda hacer lo siguiente:
- Guíar al posible comprador: Haciendo preguntas concernientes a lo que le agrada, lo que le disgusta o acerca de sus esperanzas, temores y problemas (todo relacionado con lo que se está ofreciendo); de tal forma, que llegue por sí mismo a la conclusión de que necesita algo, o que desea alguna cosa en especial, o sencillamente, que tiene un problema.
- Plantear una necesidad o problema en tercera persona: Para ello, se puede hacer referencia a un porcentaje de la población o de empresas en un rubro en particular, que tengan una necesidad o problema en común. Por ejemplo, a un empresario se le puede comentar acerca de un problema que presentan el 60% de empresas relacionadas con su rubro (puede a que su empresa le suceda lo mismo)... A una ama de casa, se le puede mencionar una necesidad que tiene la mayoría de hogares con hijos... A un médico, se le puede decir que un alto porcentaje de especialistas venían reclamando por un medicamento "x"...
Cabe destacar, que en todos los casos se debe presentar datos fidedignos.
- Guíar al posible comprador: Haciendo preguntas concernientes a lo que le agrada, lo que le disgusta o acerca de sus esperanzas, temores y problemas (todo relacionado con lo que se está ofreciendo); de tal forma, que llegue por sí mismo a la conclusión de que necesita algo, o que desea alguna cosa en especial, o sencillamente, que tiene un problema.
- Hacer unas cuantas sugerencias tentadoras sobre la forma en que el producto o servicio puede beneficiar al comprador: Por ejemplo:
- En una entrevista personal se le puede decir algo parecido a esto: "Sr. Pérez, hasta aquí estamos plenamente de acuerdo en que su empresa necesita un seguro contra incendios, y precisamente, tengo la mejor opción en seguros y reaseguros contra incendios, ¿le gustaría conocer en que consiste...?".
- En el caso de una página web o en un correo electrónico, se puede añadir el siguiente párrafo (luego de las preguntas): "Si Usted a respondido con un sí a una o más preguntas, entonces quiere decir que necesita un seguro contra incendios como el que vamos a proponerle..."
Técnica de Venta Nro. 3.- Despertar el DESEO por Adquirir lo que Se Está Ofreciendo
En esta etapa, la principal tarea del vendedor es la de ayudar a su cliente a que entienda que el producto o servicio que se le está presentando, logrará la satisfacción de sus necesidades o deseos, o que será la mejor solución a sus problemas. Para ello, se puede hacer lo siguiente:
- Explicar detalladamente qué es lo que hace el producto o servicio, cómo funciona y qué servicios adicionales incluye (garantías, plazos de entrega, mantenimientos, etc...).
- Mencionar las ventajas mas importantes que tiene el producto, con respecto a otro similar de la competencia (sin mencionar el nombre de el competidor). También es muy necesario presentar una lista de las ventajas de tener o adquirir el producto o servicio y las desventajas de no tenerlo.
- Hacer uso de los beneficios más fuertes que el producto ofrece. Por ejemplo, una ama de casa no compra una lavadora, compra lo que esa lavadora hará por ella: Menos esfuerzo en el lavado, mas tiempo para cuidar a los niños, cuidado de sus manos, ropa mas limpia, etc. Otro ejemplo mas simple nos recuerda que nadie compra un taladro, sino el hueco que ese taladro puede hacer en una pared. Por tanto, son esos los beneficios (lo que hace el producto por el cliente) los que despiertan el deseo hacia lo que se está ofreciendo.
Técnica de Venta Nro. 4.- Llevar al Cliente Hacia la ACCIÓN y Cerrar la Venta
Este es el último paso. No se puede decir que sea el más importante porque es una consecuencia de los 3 pasos anteriores. En todo caso, es la parte definitiva porque en ella se produce el resultado que se desea obtener: "El pedido o la orden de compra".
Este es un momento en el que existen dos puntos de vista:
- El del cliente: Quien está evaluando si los beneficios del producto van a satisfacer su necesidad o deseo, o van solucionar su problema, y además, esta comparando las ventajas y desventajas de tener o no el producto o servicio.
- El del vendedor: Quien, considera que es el momento oportuno para ayudar al cliente a decidirse por la compra y para persuadirlo de que actúe sin demora.
Algunas técnicas de cierre aconsejan lo siguiente:
- Evitar una atmósfera de presión: Es decir, que no se debe insistir demasiado, porque se terminará irritando al cliente.
- Establecer razones para comprar: Pero, basados en hechos y beneficios que satisfacen necesidades o deseos, o solucionan problemas.
- Pedir la orden de compra: Después de presentados los hechos y beneficios, nada más lógico que pedir la orden de compra. Por ejemplo, diciendo algo parecido a esto: "Sr. Pérez, invierta en su comodidad ahora y disfrute del mejor servicio de forma inmediata...", o, "Solicítelo en este preciso momento y disfrute de la lectura en unos cuantos minutos..."
Cierre de una venta
sábado, 7 de julio de 2012
Un Relato para derribar las Excusas
La Vaca
Dr. Camilo Cruz
La historia cuenta que un viejo maestro deseaba enseñar a uno de sus discípulos por qué muchas personas viven atadas a una vida de mediocridad y no logran superar los obstáculos que les impiden triunfar. No obstante, para el maestro, la lección más importante que el joven discípulo podía aprender era observar lo que sucede cuando finalmente nos liberamos de aquellas ataduras y comenzamos a utilizar nuestro verdadero potencial.
Para impartir su lección al joven aprendiz, aquella tarde el maestro había decidido visitar con él algunos de los lugares más pobres y desolados de aquella provincia.
Después de caminar un largo rato encontraron la que consideraron la más humilde de todas las viviendas.
Aquella casucha a medio derrumbarse, que se encontraba en la parte más distante de aquel caserío, debía ser -sin duda- alguna la más pobre de todas. Sus paredes milagrosamente se sostenían en pie, aunque amenazaban con derribarse en cualquier momento; el improvisado techo dejaba filtrar el agua, y la basura y los desperdicios que se acumulaban a su alrededor daban un aspecto decrépito a la vivienda. Sin embargo, lo más sorprendente de todo era que en aquella casucha de 10 metros cuadrados pudiesen vivir ocho personas. El padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos se las arreglaban para acomodarse en aquel lugar.
Sus viejas vestiduras y sus cuerpos sucios y malolientes eran prueba del estado de profunda miseria reinante.
Curiosamente, en medio de este estado de escasez y pobreza total, esta familia contaba con una posesión poco común en tales circunstancias: una vaca. Una flacuchenta vaca que con la escasa leche que producía, proveía a aquella familia con el poco alimento de algún valor nutricional. Pero más importante aún, esta vaca era la única posesión material de algún valor con que contaba aquella familia. Era lo único que los separaba de la miseria total. Y allí, en medio de la basura y el desorden, pasaron la noche el maestro y su novato discípulo.
Al día siguiente, muy temprano y sin despertar a nadie, los dos viajeros se dispusieron a continuar su camino. Salieron de la morada y antes de emprender la marcha, el anciano maestro le dijo a su discípulo: “Es hora de que aprendas la lección que has venido a aprender”. Sin que el joven pudiese hacer nada para evitarlo, el anciano sacó una daga que llevaba en su bolsa y degolló la pobre vaca que se encontraba atada a la puerta de la vivienda, ante los incrédulos ojos del joven. Maestro, dijo el joven: “¿Qué has hecho? ¿Qué lección es ésta, que amerita dejar a
esta familia en la ruina total? ¿Cómo has podido matar esta pobre vaca, que representaba lo único que poseía esta familia?” Haciendo caso omiso a los interrogantes del joven, el anciano se dispuso a continuar la marcha, y maestro y discípulo partieron sin poder saber que suerte correría aquella familia ante la pérdida de su única posesión.
Durante los siguientes días, una y otra vez, el joven era confrontado por la nefasta idea de que, sin la vaca, aquella familia seguramente moriría de hambre. Un año más tarde, los dos hombres decidieron regresar nuevamente por aquellos senderos a ver que suerte había corrido aquella familia. Buscaron la humilde posada nuevamente, pero en su lugar encontraron una casa grande. Era obvio que la muerte de la vaca había sido un golpe demasiado fuerte para aquella familia, quienes seguramente habían tenido que abandonar aquel lugar y ahora, una nueva familia, con mayores posesiones, se había adueñado de aquel lugar y había construido una mejor
vivienda. ¿Adónde habrían ido a parar aquel hombre y sus hijos? ¿Qué habría sucedido con ellos? Todo esto pasaba por la mente del joven discípulo mientras que, vacilante, se
debatía entre tocar a la puerta y averiguar por la suerte de los antiguos moradores o continuar el viaje y evitar confirmar sus peores sospechas. Cual sería su sorpresa cuando del interior de aquella casa salió el hombre que un año atrás le diera morada en su vivienda. ¿Cómo es posible? preguntó el joven. Hace un año en nuestro breve paso por aquí, fuimos testigos de la profunda pobreza en que ustedes se encontraban. ¿Qué ocurrió durante este año para que todo esto cambiara?
Ignorante del hecho de que el discípulo y su maestro habían sido los causantes de la muerte de su vaca, el hombre relató como, coincidencialmente, el mismo día de su partida, algún maleante, envidioso de su vaca, había degollado salvajemente al animal.
El hombre continuó relatándole a los dos viajeros cómo su primera reacción ante la muerte de la vaca había sido de desesperación y angustia. Por mucho tiempo, la vaca había sido su única fuente de sustento. El poseer esta vaca le había ganado el respeto
de sus menos afortunados vecinos, quienes envidiaban no contar con tan preciado bien.
Sin embargo, continuó el hombre, poco después de aquel trágico día, decidimos que a menos que hiciéramos algo, muy probablemente, nuestra propia supervivencia estaría en peligro. Así que decidimos limpiar algo del terreno de la parte de atrás de la casucha, conseguimos algunas semillas y decidimos sembrar vegetales y legumbres con los que pudiésemos alimentarnos.
Después de algún tiempo comenzamos a vender algunos de los vegetales que sobraban y con este dinero compramos más semilla y comenzamos a vender nuestros vegetales en el puesto del mercado. Así pudimos tener dinero suficiente para comprar
mejores vestimentas y arreglar nuestra casa. De esta manera, poco a poco, este año nos ha traído una vida nueva.
El maestro, quien había permanecido en silencio, prestando atención al fascinante relato del hombre, llamó al joven a un lado y en voz baja le preguntó: ¿Tú crees que si esta familia aún tuviese su vaca, estaría hoy donde ahora se
encuentra? Seguramente no, respondió el joven.
¿Si ves? Su vaca, fuera de ser su única posesión, era también la cadena que los mantenía atados a una vida de mediocridad y miseria.
Al no contar más con la falsa seguridad que les proveía el sentirse poseedores de algo, así no fuese más que una flacuchenta vaca, debieron tomar la decisión de buscar algo
más. En otras palabras, la misma vaca que para sus vecinos era una bendición, les había dado la sensación de poseer algo de valor y no estar en la miseria total, cuando en realidad estaban viviendo en medio de la miseria. Así es cuando tienes poco. Lo poco que tienes se convierte en un castigo, ya que no te permite buscar más. No eres feliz con ello, pero no eres totalmente miserable. Estás frustrado con la vida que llevas, mas no lo suficiente como para querer cambiarla. ¿Ves lo trágico de esta situación? Cuando tienes un trabajo que odias, que no suple tus necesidades económicas mínimas y no te trae absolutamente ninguna satisfacción, es fácil tomar la decisión de
dejarlo y buscar uno mejor. No obstante, cuando tienes un trabajo del cual no gustas, que suple tus necesidades básicas pero no te ofrece la oportunidad de progresar; que te ofrece cierta comodidad pero no la calidad de vida que verdaderamente deseas para ti y tu familia, es fácil conformarte con lo poco que tienes. Muchos de nosotros también tenemos vacas en nuestra vida. Ideas, excusas y justificaciones que nos mantienen atados a la mediocridad, dándonos un falso sentido de estar bien cuando frente a nosotros se encuentra un mundo de oportunidades por descubrir. Oportunidades que sólo podremos apreciar una vez hayamos matado nuestras vacas.
Definamos la vaca
La vaca simboliza todo aquello que te mantiene atado a la mediocridad. Una vaca puede ser una excusa. Una vaca también puede ser un pensamiento irracional que te paraliza y no te deja actuar. En ocasiones las vacas toman la forma de falsas creencias que no te permiten utilizar tu potencial al máximo.
Las justificaciones, por lo general, son vacas. Éstas son explicaciones que has venido utilizando para justificar por qué estás donde estás, a pesar de que no quisieras estar ahí.
Como ves, las vacas pueden adoptar diferentes formas y disfraces que las hacen perceptibles en mayor o menor grado. En general, toda idea que te debilite, que o que te dé una salida para eludir la responsabilidad por aquello que sabes que debes hacer, es seguramente una vaca.
Las excusas son las vacas más comunes. Éstas no son más que maneras cómodas de eludir nuestras responsabilidades y justificar nuestra mediocridad buscando culpables por aquello que siempre estuvo bajo nuestro control.
Sólo tres cosas son ciertas acerca de las excusas: Si verdaderamente quieres encontrar una excusa, ten la plena seguridad que la encontrarás.
Cuando comiences a utilizar esta excusa (vaca), ten la total certeza que encontrarás aliados. ¡Sí! Vas a encontrar personas que la crean y la compartan. Ellas te van a decir, “yo sé como te sientes porque a mí me sucede exactamente lo mismo”.
La tercera verdad acerca de las excusas es que una vez las des, nada habrá cambiado en tu vida. Nada habrá cambiado acerca de tu realidad. Tu mediocridad seguirá ahí, el problema que estás evitando enfrentar mediante el uso de esa excusa permanecerá
igual. No habrás avanzado hacia su solución, por el contrario, habrás retrocedido. Las excusas son una manera poco efectiva de lidiar con el peor enemigo del éxito: La mediocridad.
Cierto tipo de pensamientos se convierten en vacas porque no nos dejan actuar y nos paralizan. Muchas veces son ideas que hemos venido repitiendo sin saber por qué. Ideas que escuchas de otras personas y la repetición y el tiempo las han convertido en dichos populares que no son más que mentiras revestidas de una fina capa de algo que se asemeja a la verdad. Un ejemplo de esto es la tan común idea de: “Yo soy una persona realista”. ¿Si ves? Si
le preguntas a una persona positiva si ella es optimista, con seguridad te dirá que sí. No obstante, si le preguntas a una persona negativa si ella es pesimista, seguramente te responderá algo así: “Yo no soy pesimista, yo simplemente soy realista”. Si te das cuenta, éste es un pensamiento que no sólo te impide ver tu propio pesimismo, sino que programa qué logras ver y no ver del mundo que te rodea.
El pesimista vive en un mundo negativo y deprimente, mientras que el optimista vive en un mundo positivo y lleno de oportunidades. Sin embargo, los dos están viviendo en el mismo mundo. Las diferencias que ellos observan son sólo el resultado de sus
pensamientos dominantes. Los pesimistas, por ejemplo, tienden a reaccionar negativamente ante todo, casi de manera automática. Su visión de la vida y sus expectativas son casi siempre pobres. No
obstante, ningún bebé nace con una actitud negativa, éste es un comportamiento aprendido o socialmente condicionado por el medio. Todos los días programamos nuestra mente para el éxito o para el fracaso, muchas veces de manera inconsciente.
La buena noticia es que así en el pasado hayamos permitido que nuestro entorno, o aquellas personas que se encuentran a nuestro alrededor, nos hayan condicionado para el fracaso, hoy podemos cambiar de actitud y reprogramar nuestra mente para el éxito. Los pensamientos negativos son vacas que no sólo te mantienen atado a la mediocridad, sino que poco a poco destruyen tu vida. Generan fuerzas y sentimientos nocivos dentro de ti, que suelen manifestarse en males y aflicciones en el cuerpo, tales como úlceras, males del corazón, hipertensión, problemas digestivos, migrañas y otras aflicciones.
Sin embargo, nadie nace con estas emociones y sentimientos negativos; ellas son vacas que inadvertidamente adoptamos a lo largo de nuestra vida. Los hemos aprendido y programado en el subconsciente y las consecuencias son desastrosas. Los pensamientos hostiles y de enojo, por ejemplo, suben la presión arterial, mientras que el resentimiento y la tristeza debilitan el sistema inmune del cuerpo.
¿Te has dado cuenta cómo aquellas personas que constantemente se quejan por todo, son las mismas que suelen enfermarse constantemente? Martín Seligman, profesor de la Universidad de Pensilvania, asevera que el sistema inmunológico de la persona
pesimista y negativa no responde tan bien como el de la persona optimista y positiva. Los pesimistas sufren de más infecciones y enfermedades crónicas.
Un estudio realizado por la Universidad de Harvard demostró que aquellas personas que a los 25 años de edad ya exhibían una actitud pesimista, habían sufrido en promedio un mayor número de enfermedades serias a la edad de los 40 y 50 años.
En otro estudio realizado con 57 mujeres que sufrían de cáncer del seno y quienes habían recibido una masectomía, un grupo de investigadores del hospital King's College de Londres, encontró que siete de cada diez mujeres de aquellas que poseían lo que los doctores llamaban un "espíritu de lucha" diez años más tarde aún vivían vidas normales, mientras que cuatro de cada cinco de aquellas mujeres que en opinión de los doctores "habían perdido la esperanza y se habían resignado a lo peor"; poco tiempo después de haber escuchado su diagnóstico, habían muerto.
Así que como ves, muchas de estas vacas nos pueden estar robando nuestra vida. Otros ejemplos de vacas pueden ser ideas como: “no se puede confiar en nadie” o “con la familia es mejor no hacer negocios”. También hay vacas en los adagios populares que adoptamos como si fueran fórmulas infalibles de sabiduría, pero que no son mas que ideas erradas que no nos dejan avanzar. Dichos como: “Perro viejo no aprende nuevos trucos”, que pretenden hacerte creer que existe una edad después de la cual es imposible aprender algo nuevo, terminan por enceguecernos ante la grandeza de nuestra propia capacidad de aprender.
Ahora bien, las vacas más recurrentes, y las que peores resultados traen a nuestras vidas, son las falsas creencias. La razón es muy sencilla: estas limitaciones son falsas, pero tú las crees verdaderas, y al creerlas ciertas, no ves la necesidad de cambiar nada en tu vida. ¿Te das cuenta del peligro que representan estas vacas?
Por ejemplo, si en tu mente reposa la creencia de que no puedes triunfar porque no contaste con la buena fortuna de haber asistido a la escuela, con seguridad esta idea regirá tu vida, tus expectativas, decisiones, metas y manera de actuar. Esta falsa creencia se convertirá en un programa mental que desde lo más profundo de tu subconsciente regirá todas tus acciones.
¿Cómo llegan estas ideas (vacas) a convertirse en creencias limitantes? Observa la manera tan sencilla como esto ocurre. La persona saca deducciones erradas a partir de premisas equívocas que ha aceptado como ciertas. Algo como: “Mis padres nunca fueron a la escuela... Mis padres no lograron mucho en la vida... Yo tampoco fui a la
escuela... Yo tampoco lograré mucho con mi vida”.
¿Ves los efectos tan devastadores que pueden tener estas generalizaciones que
nosotros mismos nos hemos encargado de crear con nuestro diálogo interno? Podemos crear uno de los más autodestructivos círculos viciosos, ya que entre más incapaces nos veamos nosotros mismos, más incapaces nos verán los demás. Nos tratarán como incapaces, lo cual sólo confirmará lo que ya sabíamos de antemano: lo incapaces que
somos. Lo cierto es que el hecho de que tus padres no hayan logrado mucho puede no tener nada que ver con haber ido o no a la escuela. Inclusive, aunque así fuera, eso no significa que contigo vaya a suceder lo mismo, o que tu no puedas cambiar esa situación.
Así que cuestiona toda creencia que exista en tu vida. No aceptes limitaciones sin
cuestionar si son ciertas o no. Recuerda que siempre serás lo que creas ser. Si crees que puedes triunfar, seguramente lo harás. Si crees que no lo lograrás, ya has perdido. Es tu decisión.
Las justificaciones son otro tipo de vaca que te paralizan y no te dejan actuar. La razón es muy sencilla: mientras puedas justificar algo, no te verás en la necesidad de remediarlo. Mira como suena este tipo de vaca: “Yo sé que debería compartir más con mis hijos, pero la verdad es que llego demasiado cansado del trabajo. Después de todo, con el trabajo les estoy mostrando que los amo, así que no hay mucho que pueda
hacer”. A simple vista, esta vaca parece real y quizás algunos de los lectores que la están cargando pueden estar pensando lo mismo. Pero lo cierto es que todos nosotros podemos emplear más tiempo con nuestros hijos. Si ésta es tu vaca, sé creativo e ingéniate la manera de involucrar tus hijos en algunas de tus actividades; busca compartir el tiempo con ellos durante las comidas, pregúntales sobre su día antes que se vayan a la cama, organiza actividades recreativas durante los fines de semana que te permitan crecer cercan de ellos. No basta proveerles sus necesidades básicas a costa de privarlos de tu afecto. Sin embargo, la justificación anterior hace que esta situación no te parezca tan mal.
Es más, es posible que comiences a sentirte como la víctima de dicha situación. ¿Ves lo peligrosa que es esta vaca?
Otra excusa (vaca) que usualmente escucho para justificar esta misma situación es la siguiente: “Lo importante no es la cantidad de tiempo que pase con ellos, sino la calidad.” Esta es una vaca terrible, ya que justifica y hasta invita a pasar menos tiempo con ellos. ¿Ves lo peligroso de esta vaca? Porque lo cierto es que en nuestra relación con nuestros hijos la cantidad de tiempo que pasemos con ellos es tan importante como la calidad. Es más, si yo tuviese que elegir una de ellas, elegiría cantidad. ¿Por qué puede un ser humano mantener una vaca en su vida a pesar de saber que le está privando de vivir una vida plena y feliz? Parece ilógico mantener algo que va en detrimento de nuestra propia vida. Muchas personas no son conscientes de las vacas que tienen; otras son conscientes de ellas, pero, igual, las siguen cuidando y alimentando, ¿por qué? Por una sencilla razón, porque las vacas nos proveen una zona de confort, una excusa. Por lo general las vacas depositan la culpabilidad por nuestra situación fuera de nosotros mismos. La culpa de nuestra mala suerte es de otras personas, de las circunstancias o del destino. Sin ninguna vaca que justifique nuestra mediocridad, no seríamos más que unos incapaces de aceptar la responsabilidad por nuestro éxito. Sin
embargo, la vaca nos convierte en personas con buenas intenciones, a quienes infortunadamente la suerte no le ha sonreído y nos convertimos en víctimas del destino. Entonces, como ves, la mediocridad es peor que el fracaso total. Éste al menos te
obliga a evaluar otras opciones. Cuando has tocado fondo, y te encuentras en el punto
más bajo de tu vida la única opción es subir.
Con el conformismo sucede todo lo contrario, puesto que éste engendra mediocridad y a su vez, la mediocridad perpetúa el conformismo. Es ciertamente un círculo vicioso autodestructivo. El gran peligro de la mediocridad es que es aguantable, es vivible. La absoluta miseria, el fracaso total, el fondo, te obliga a tomar cualquier tipo de acción, y
cuando estás en dicha situación, cualquier acción es mejor que no actuar.
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